Coco explica las diferencias entre partido político y sindicato

2016/10/18
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Los partidos y los sindicatos son dos organizaciones diferentes, que funcionan de forma diferente. Los partidos tienen legitimidad para hablar de lo que crean conveniente (incluso de empleo, negociación colectiva, salarios…), y no por eso tiene que presentarse a elecciones sindicales (por que su legitimad la obtienen en las elecciones al parlamento, o a la diputación, o al ayuntamiento…). Y los sindicatos tienen legitimidad de hablar de lo que crean conveniente (incluso de fiscalidad, grandes infraestructuras, prestaciones sociales, servicios públicos…), y no por hacerlo tienen que presentarse a elecciones; y no por hacerlo están apoyando a un partido u otro.

Unai Oñederra, Manu Robles Arangiz fundazioa, Emeki Kunama

Unai OñederraEs una pena que Barrio Sésamo haya desaparecido, ya que hoy nos vendría de fábula una de las aclaradoras explicaciones de Coco para conocer la diferencia entre lejos y cerca, arriba y abajo, partido y sindicato… Hace unos años era sobre todo la gente de Bildu la que tenía dificultades para diferenciar lo que es un sindicato y un partido. Hoy las quejas vienen más desde el PNV: ¡que ELA se presente a las elecciones! (al parlamento o a la diputación, entiendo yo). Euskaraz dakienak hobe du Zuzeu-ra joatea, bertan luze eta zabal jorratu baita gaia, eztabaida luze batean.

Como no he encontrado el vídeo en el que Coco explica esta diferencia, intento recordarlo y transcribirlo:

  • El partido político es una organización que aglutina a gente con un objetivo compartido.
  • El partido político busca el poder presentándose a elecciones, para desde el poder poner en práctica su programa (su modelo de sociedad).
  • El sindicato es una organización de trabajadores y trabajadoras (parte vulnerable de la relación salarial) que conscientes de sus intereses comunes frente a los intereses del capital (el poder)  se organizan colectivamente para defenderse del poder.
  • El sindicato se presenta a elecciones sindicales para conseguir delegados y delegadas. Ganando elecciones sindicales no se consigue el poder. Es tarea de estos y estas delegadas conseguir poder colectivo para constituirse en contrapoder del capital.
  • La legitimidad el partido la consigue con la representación obtenida en las elecciones.
  • La legitimidad el sindicato la consigue con la representación obtenida en las elecciones sindicales y con su afiliación.
  • La legitimidad obtenida por el partido la usa para intentar conseguir leyes y para crear opinión. Si el partido está en la oposición intenta desgastar al gobierno, y si está en el gobierno intenta vender lo mejor posible lo que hace.
  • La legitimidad obtenida por el sindicato la usa para intentar conseguir leyes (Negociación Colectiva) y para crear opinión e influir en las decisiones de los gobiernos. Y parece que es aquí donde puede comenzar la confusión:
  • El sindicato es una organización de clase, que como un partido, también tiene un modelo se sociedad, dado que las condiciones de trabajo y de vida de los y las trabajadoras no sólo se juegan en las empresas, si no que también se juegan en la calle. El sindicato hace una lectura de la realidad, de toda la realidad, desde la perspectiva de la clase trabajadora, y lucha por más democracia, más justicia, más igualdad, más soberanía, más sostenibilidad…
  • Repito que los partidos buscan implementar su modelo de sociedad llegando al poder, desde el gobierno.
  • El sindicato intenta organizar y movilizar un contrapoder que haga presión suficiente al gobierno (mayor presión que la que hace el capital y sus lobbys) para que las decisiones que tome, esté quien esté, sea el partido que sea, sean lo más favorable posible a la clase trabajadora.

Conclusión: los partidos y los sindicatos son dos organizaciones diferentes, que funcionan de forma diferente. Los partidos tienen legitimidad para hablar de lo que crean conveniente (incluso de empleo, negociación colectiva, salarios…), y no por eso tiene que presentarse a elecciones sindicales (por que su legitimad la obtienen en las elecciones al parlamento, o a la diputación, o al ayuntamiento…). Y los sindicatos tienen legitimidad de hablar de lo que crean conveniente (incluso de fiscalidad, grandes infraestructuras, prestaciones sociales, servicios públicos…), y no por hacerlo tienen que presentarse a elecciones; y no por hacerlo están apoyando a un partido u otro. El reto es mucho más exigente que favorecer a un partido u otro. El reto es, como he dicho, construir un contrapoder colectivo (en alianza con otros movimientos sociales y con la economía social y solidaria) que consiga un mundo mejor, en el que la sostenibilidad de la vida se ponga en el centro. Eso sólo con que llegue un partido al gobierno no se consigue.