“No solo hay fronteras externas, también las hay internas”

2016/03/15
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La llegada a Europa de miles de personas que huyen de los distintos conflictos que asolan Oriente Medio –sobre todo Siria– y de otras partes del mundo ha supuesto que la inmigración ocupe gran parte de la agenda informativa. Sin embargo, tal y como destacan Patxi de la Fuente – participante en distintos movimientos sociales por la igualdad de derechos y contra la criminalización– y Nancy Juape –psicóloga e integrante de la asociación Mujeres del Mundo–, emigrar es algo natural. “No podemos olvidar que las personas se mueven, y por muchos factores, a pesar de leyes o fronteras”. Precisamente, ambos ofrecerán el 21 de marzo, Día Internacional Contra la Discriminación Racial, una charla organizada por ELA en la sala Bilborock de Bilbao.

Fronteras y más fronteras. Hay muchos modos y prismas para analizar este tema, pero Patxi de la Fuente y Nancy Juape quieren poner el énfasis en las numerosas fronteras con las que se encuentran las personas que por diferentes razonas se desplazan a otro lugar. Fronteras externas e internas. Fronteras físicas y administrativas. Fronteras de todo tipo. En definitiva, fronteras que hacen que la vida de las personas migrantes sea una lucha constante.

Nancy Juape y Patxi de la Fuente

"Hablamos de personas que están dispuestas a darlo todo para huir de una guerra. Y si a esas personas les impides cualquier vía legal para llegar a otro país, no les estás dejando otro remedio que ponerse en manos de la corrupción para que puedan cruzar el mar o para poder lograr un visado"

Fronteras operativas. Cuando Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior de España, tuvo que dar explicaciones por las devoluciones ilegales en las vallas de Ceuta y Melilla inventó el concepto de “frontera operativa”, una frontera exterior flexible que el estado utiliza en función sus intereses de cada momento. “Su ejemplo más dramático lo constituyó la muerte de 15 personas que en octubre del 2014 fallecieron en su intento de llegar a territorio español a través del mar que rodea la valla de Ceuta. Estas personas fallecieron como consecuencia de disparos de pelotas de goma por parte de la Guardia Civil. Ante tal barbaridad el ministro adujo que los disparos de las pelotas de goma pretendían 'delimitar la imaginaria línea fronteriza que marca el espigón'. Su propio relato dejaba claro que esa frontera, en este caso marítima, se encoge o se estira según los intereses para crear espacios de impunidad y de ausencia de derechos. Este suceso puso este tema en la agenda política, y la evidencia de que los estados usan las fronteras de cualquier tipo a su antojo. De esta manera, las fronteras se alargan hacia el exterior, encargando a otros países que hagan lo que quieren con las personas que migran con tal de que no aparezcan en los medios de comunicación predominantes, y hacia el interior de Europa, creando espacios de sufrimiento y falta de derechos”.

Muchas veces se utilizan a las personas inmigrantes para generar división entre las y los trabajadores en conflictos laborales. Es una táctica conocida, buscar división entre los colectivos más desfavorecidos para seguir explotándolos

Fronteras de todo tipo que en Europa son cada día más frecuentes, utilizando como pretexto –en este caso– las personas que huyen de Siria como consecuencia del conflicto armado que vive el país. “Hay que denunciar lo que está sucediendo. Uno de los ejemplos más dramáticos es la situación de la frontera terrestre entre Turquía y Grecia. (Turquía tiene frontera terrestre con Bulgaria y Grecia). Al cerrar esta frontera esos miles de refugiados no están teniendo otro remedio que intentar llevar a Europa por mar. Hablamos de personas que están dispuestas a darlo todo para huir de una guerra. Y si a esas personas les impides cualquier vía legal para llegar a otro país, no les estás dejando otro remedio que ponerse en manos de la corrupción para que puedan cruzar el mar o para poder lograr un visado. Es una cosa obvia, pero esta gente se gasta mucho más dinero en entrar a Europa de manera irregular que si pudiera hacerlo de una manera legal”.

“La Unión Europea permite a Turquía cualquier cosa con tal de que el tema de las personas refugiadas le afecte lo menos posible. Para ello se le da dinero a Turquía a cambio de que se encarguen de controlar a las personas desplazadas"

Patxi de la Fuente y Nancy Juape critican duramente la actitud que la Unión Europea está teniendo a la hora de dificultar el desplazamiento de las personas refugiadas. “La Unión Europea permite a Turquía cualquier cosa con tal de que el tema de las personas refugiadas le afecte lo menos posible. Para ello se le da dinero a Turquía a cambio de que se encarguen de controlar a las personas desplazadas. Por supuesto, la contrapartida es que se le da carta blanca para hacer lo que quiera, incluso si hay que hacer auténticos atropellos de derechos humanos, como sucede con Kurdistan. Esta actitud no es nueva, es la misma que mantiene, por ejemplo, España con Marruecos. Desde hace años a Marruecos se le encarga que gestione todo lo que sucede en su territorio detrás de esa valla. El gobierno de Marruecos realiza redadas, deportaciones, palizas… y el gobierno de España le premia con cooperación militar, acuerdos internacionales, etc. Además de callar ante la vulneración de los derechos de las y los saharauis. Con tal de que 'no se vea', pueden hacer cualquier cosa. El problema no es lo que hagan, el problema es que no nos enteremos”.

Fronteras externas, fronteras internas. No es fácil en la mayoría de los casos el camino que las personas migrantes tienen que recorrer. Y, las dificultades no terminan cuando llegan a su destino. Ni mucho menos. “Tras superar las fronteras externas las personas emigrantes tienen que superar lo que denominamos como fronteras internas. Una frontera interna puede ser el propio aeropuerto, donde la policía tiene la facultad de decir quien entra y quien no entra, aunque tengas billete de avión y todos los papeles en regla. Una frontera interna es la propia legislación de extranjería y las propias normativas de un Estado que, como en el caso del Estado español, te hacen sentir y vivir de manera diferente. Una frontera interna es tener que enfrentarse a los prejuicios que pueda tener la ciudadanía como consecuencia de los mensajes que se lanzan en los medios de comunicación... En definitiva, las personas inmigrantes nos encontramos con un montón de fronteras internas. Por esto, más allá de la retórica, no se puede hablar de integración cuando hay normas que no te dejan llevar una vida normal”.

"Una frontera interna puede ser el propio aeropuerto, donde la policía tiene la facultad de decir quien entra y quien no entra, aunque tengas billete de avión y todos los papeles en regla"

Patxi de la Fuente y Nancy Juape destacan que, al igual que las externas, estas fronteras internas también se estiran y se encogen según las necesidades del sistema. “Un tema muy evidente de todo esto es el tema de los visados. La gente que viene, por ejemplo, a Euskal Herria, quiere tener a sus familiares y allegados cerca. Es algo lógico y natural. Sin embargo, en muchos casos es tan difícil lograr todo el papeleo y cumplir los requisitos que la gente acaba desistiendo. Es evidente que este tipo de trabas administrativas y políticas son arbitrarias. Estas fronteras también están sometidas a intereses partidarios. Es muy significativo lo que está sucediendo con los visados de las y los inmigrantes de determinados países latinoamericanos, donde según los intereses y acuerdos económicos coyunturales se facilitan o se ponen trabas para lograr los visados. Es decir, lograr un visado o no lograrlo puede estar directamente relacionado con los intereses económicos y geopolíticos coyunturales con un determinado país”.

Lucha contra la precariedad y la pobreza. Nuestro sindicato está inmerso en una campaña en contra de la precariedad. Una lacra que sufren de manera muy importante las personas inmigrantes. “Otra de esas fronteras internas a las que tienen que hacer frente las personas inmigrantes es la enorme precariedad laboral que sufrimos. La inmensa mayoría de personas inmigrantes tienen unas condiciones laborales muy precarias. Incluso gente con una formación muy importante no tiene otro modo de sobrevivir que aceptar trabajos en condiciones precarias. Este problema es todavía más grave entre las mujeres, donde la mayoría trabaja en el servicio doméstico. En este sector nos encontramos con personas que trabajan como internas todos los días del año en condiciones de total esclavitud”.

"La inmensa mayoría de personas inmigrantes tienen unas condiciones laborales muy precarias. Incluso gente con una formación muy importante no tiene otro modo de sobrevivir que aceptar trabajos en condiciones precarias"

Es muy importante trabajar alianzas para integrar todas estas luchas. Y, en este aspecto, un sindicato como ELA puede hacer un papel muy importante. Muchas veces se utilizan a las personas inmigrantes para generar división entre las y los trabajadores en conflictos laborales. Es una táctica conocida, buscar división entre los colectivos más desfavorecidos para seguir explotándolos. Esto se ve también en los discursos de refugiados buenos y refugiados malos, inmigrantes con papeles e inmigrantes sin papeles...”.

Luchas como la lucha contra la pobreza, situación en la que se encuentran cada vez más personas en Euskal Herria. “Prestaciones como la Renta de Garantía de Ingresos son elementos vitales para que miles de personas puedan vivir en condiciones de dignidad en Euskal Herria. Y son perfectos ejemplos de fronteras internas. Está el tema del papeleo, donde, por ejemplo, para presentar los papeles de la Renta de Garantía hay que hacer casi un master y se excluye a mucha gente que la necesita a través de requisitos no contemplados por la ley y malas prácticas administrativas. Por ejemplo, si una persona de la familia olvida renovar su demanda de empleo, no se está aplicando una sanción proporcional, sino que la familia se queda durante meses sin ningún ingreso. Está el tema de las hablar continuamente de 'fraude' cuando en la mayoría de los casos se trata de falta o pérdida de requisitos, que buscan criminalizar a una parte de la población... Pero, sobre todo, tenemos que tener cuenta que hablamos de prestaciones que son imprescindibles para miles de personas y que en su mayor parte van destinadas al pago de los alquileres y de los recibos de las compañías de servicios. El precio de los alquileres no ha bajado en absoluto estos últimos años, mientras que la precariedad es algo crónico. Hablamos de personas a las que si por cualquier motivo les eliminas las becas de los comedores escolares puede que no tengan recursos para garantizar la alimentación a sus hijos e hijas. Y este es un problema que se está convirtiendo en crónico”.